Las ratas se la pasan siempre haciendo ruido, se meten donde no son
invitadas y se comen lo que no les convidan. Incluso, un dicho de pueblo reza
que “hay hombres que son como las ratas,
porque lo que no pueden comerse lo
mean". El águila, a pesar de ser un depredador, vuela tan alto
que para ella el ruido de las ratas es insignificante. Es rapaz; o sea, se
apodera a la fuerza de lo que considera suyo, no se esconde para tomar las
cosas o hacer lo que tiene que hacer. Su visión es clara, observa, es diligente
y no se ofusca en el camino. Cuando una nave se hunde en el mar, los primeros
en salir huyendo son las ratas. En medio de la tormenta el águila continúa el trayecto, pero sube más alto, volando sobre la tormenta.
Las ratas no tienen hogar, más bien se cuelan por los recovecos, haciendo nido
por doquier, siempre fisgoneando cual ladrón cuál será su próxima jugada. El
águila vive en las alturas, en lugares naturales hechos exclusivamente para
ellos por el Creador. El águila se come a las ratas vivas, las ratas solo
pueden probar del águila cuando está muerta.
En el libro más leído en la historia de la humanidad (que en
realidad es una colección de libros sagrados de distintas épocas): La
Biblia; se nos menciona en uno de sus relatos que debemos ser "astutos
como serpientes y sencillos como palomas" (Mateo 10:16). La
moraleja de Jesús es clara. Sus parábolas y las visiones de los profetas de
todos los tiempos, siempre han venido adornadas de simbolismo animal, artístico
o político. Los cuatro evangelistas del Nuevo Testamento han sido representados
en forma de tetramorfos (representación iconográfica de un conjunto formado por
cuatro elementos). Mateo representado por el hombre, Marcos por el León, Lucas
por el toro y Juan por el águila. Águila que aún encarcelada
no bajaba de las alturas. Al discípulo amado también se le atribuye el último libro de la Biblia, y el más complejo: El libro del
Apocalípsis.
El Tetramorfos del Claustro de Frómista/Libro de Kells, siglo VIII
Un regalo dado al ser humano es la capacidad de observar y analizar las cualidades de todo ser viviente para así tratar de adoptar conductas, cualidades y patrones a su diario vivir, y evolucionar. Lo podemos constatar en la hermenéutica bíblica anteriormente expuesta, en la obra de arte más antigua, al igual que en la más moderna, en la literatura, y a través de la historiografía. Existen disciplinas auxiliares de la historia, como la Heráldica (estudio de los escudos y armería), la Vexilología (estudio de las banderas), la Diplomática (estudio de los documentos), la Sigilografía (estudio del sello), y la Falerística (estudio de las condecoraciones), que se nutren de la simbología animal. De manera crítica podremos notar cómo la mayoría de los países, partidos políticos, grupos sociales y étnicos a través de la historia han adoptado la imagen de algunos animales como símbolo de poder, de fertilidad, majestuosidad, belleza, y para todo lo contrario.
En nuestra alegoría sobre la rata y el águila pudimos haber sumado a la serpiente bíblica, pero decidimos no complicarles la vida, ya que la moraleja con la rata y la serpiente vendrían a ser la misma. Así como el águila se come la rata también se come a la serpiente, para luego volver a las alturas, su hogar. Culminamos este escrito ecléctico compartiendo una breve historia mitológica sobre la fundación de Tenochtitlan – México:
El Tetramorfos del Claustro de Frómista/Libro de Kells, siglo VIII
Un regalo dado al ser humano es la capacidad de observar y analizar las cualidades de todo ser viviente para así tratar de adoptar conductas, cualidades y patrones a su diario vivir, y evolucionar. Lo podemos constatar en la hermenéutica bíblica anteriormente expuesta, en la obra de arte más antigua, al igual que en la más moderna, en la literatura, y a través de la historiografía. Existen disciplinas auxiliares de la historia, como la Heráldica (estudio de los escudos y armería), la Vexilología (estudio de las banderas), la Diplomática (estudio de los documentos), la Sigilografía (estudio del sello), y la Falerística (estudio de las condecoraciones), que se nutren de la simbología animal. De manera crítica podremos notar cómo la mayoría de los países, partidos políticos, grupos sociales y étnicos a través de la historia han adoptado la imagen de algunos animales como símbolo de poder, de fertilidad, majestuosidad, belleza, y para todo lo contrario.
En nuestra alegoría sobre la rata y el águila pudimos haber sumado a la serpiente bíblica, pero decidimos no complicarles la vida, ya que la moraleja con la rata y la serpiente vendrían a ser la misma. Así como el águila se come la rata también se come a la serpiente, para luego volver a las alturas, su hogar. Culminamos este escrito ecléctico compartiendo una breve historia mitológica sobre la fundación de Tenochtitlan – México:
“Cuenta una hermosa
leyenda que, los pobladores de Aztlan, al norte de lo que hoy en día es México,
tuvieron que abandonar su hogar en busca de la tierra prometida por los dioses.
Se cree que los Aztecas cuyo nombre significa los pobladores de Aztlan,
comenzaron a emigrar en el Siglo VI (Siglo Seis). Los futuros Aztecas o
Mexicas, formados por pueblos nahuas, por órdenes del dios de la guerra y el
sol, Huitzilopochtli tuvieron que dejar
el lugar en el que residían e iniciar una peregrinación hasta encontrar un
águila devorando a una serpiente posada sobre un nopal.
Huitzilopochtli les dijo a
los mexicas que cuando encontraran al águila sobre el nopal esa
sería la señal de que habían llegado a la tierra en donde debían de
fundar el imperio más poderoso de Mesoamérica.
Haciendo caso a lo que su dios les había indicado, los mexicas iniciaron
su peregrinación convirtiéndose en un pueblo errante. Después de años de
caminar de lugar en lugar, al llegar al lago de Texcoco, divisaron a lo lejos,
en un islote en el medio del lago, a un águila posada sobre un nopal devorando
a una serpiente y fue en ese momento donde su peregrinación terminó y
comenzaron a asentarse, tal y como les había ordenado Huitzilopochtli. Se cree
que este momento de revelación divina ocurrió en el año 1323.
Para el año 1325 fundaron la gran ciudad de Tenochtitlan.”
Imagen de la Fundación de México-Tenochtitlán. Códice Durán, S. XVI.
Recomendamos leer este breve artículo sobre la fundación de México Tenochtitlán:
http://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-mito-de-la-fundacion-de-mexico-tenochtitlan
Imagen de la Fundación de México-Tenochtitlán. Códice Durán, S. XVI.
Actual Escudo Nacional de México, diseñado por Pedro Moctezuma Díaz Infante y Francisco Eppens Helguera, en 1968. |
Recomendamos leer este breve artículo sobre la fundación de México Tenochtitlán:
http://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-mito-de-la-fundacion-de-mexico-tenochtitlan
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