Tu religión es el camino que has escogido para volver a casa, pero como decides andar esos caminos lo dicta tu corazón, tus valores, lo que se te ha inculcado en el hogar. Y hay prejuicios y maneras de pensar que inconscientemente se nos ha inculcado desde la cuna, que no son lo mejor, entonces tu deber es desarrollar un pensamiento crítico y redefinir tus conceptos, para luego rehacer ciertas maneras de tu proceder.
La verdadera revolución, el verdadero amor, la verdadera esencia, siempre viene de adentro, no ha existido ser humano capaz de renovar su casa, su pueblo, su país, que no haya sido primero renovado, revolucionado, cambiado, en sus adentros. Y eso no le toca a la religión mostrártelo, no es su responsabilidad, así que no les juzgues, los líderes religiosos también están en su búsqueda, en su peregrinar. Eso es algo que te toca a ti, el hallarte, descubrir tu camino, te toca a ti. La religión te puede ayudar cuando decides peregrinar de corazón, esa es su razón de ser, ayudar en el viaje de vuelta a casa a nosotros,los peregrinos. Dentro de sus limitaciones históricas, conceptuales, y culturales. Pero para vivir algo de corazón, primero debes hallarte, descubrirte, reconocer tu valía, y la de tu prójimo. Entonces, es que comienza la verdadera transformación, entonces comienza el verdadero y hermoso viaje de la vida.

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