De la rivalidad no puede salir nada hermoso; y del orgullo, nada noble. - John Ruskin
La relación entre los seres humanos debe ser una de cooperación. Desgraciadamente, la rivalidad es parte de nuestra condición humana. Desde los bancos de la Iglesia hasta la plaza del mercado del pueblo. Cuando no la crea el orgullo, la crea el miedo y suele alimentarla el hambre de poder y reconocimiento. Así no se crece, así no se llega, así perdemos la capacidad de agradar a Dios. Que tu único rival sea tu ego y tu único enemigo del cual te tengas que preocupar seas tú mismo.