Recuerdo que para 2002-2003 Padre José Oliveras me hace llamar a las recién comenzadas reuniones de los viernes de la Pascua Juvenil de Ciales, yo ejercía como maestro de música en el Departamento de Educación y me habían recomendado para dirigir el coro de la misma. Con la sinceridad y atrevimiento que me caracterizan, le propuse que dirigiría el coro si él me enseñaba teología. El sonrió y lo tomó más seriamente que yo. Es entonces cuando comienza una relación de confesor, maestro y amigo. Teníamos mucho en común, era un padre rockero que en su tiempo también tuvo pelo largo. También le gustaba la música con contenido social, y bajo su influencia me hice fan de Les Luthier, bajo mi influencia también escuchó cosas diferentes, que algunas veces le gustaron, y otras graciosamente me dejaba saber que no.
Por razones ajenas a nuestra voluntad el coro de la pastoral de esos tiempos duró poco, pero José continuó ofreciéndome clases de teología y hermenéutica bíblica. Recuerdo que entre 2003-2004 comienza a trabajar como capellán en la Universidad Central de Bayamón y me recomienda para dirigir un coro de jóvenes de la misma. Trabajé todo el semestre de enero a mayo de 2004. Ese verano conseguí un empleo en el Departamento del Trabajo como ayudante del Secretario y recuerdo cuando le comenté se alegró sobremanera, le hizo saber a sor María (nuestra superiora en la universidad), que se encontraba con él y hablé con ambos por un rato. Ella estaba más emocionada que los dos juntos. Le recuerdo con mucho cariño.
Luego de año y medio de cursos teológicos, compartir anécdotas y música, continuamos diferentes caminos, hasta que facebook nos volvió a reunir. Recuerdo nuestra última clase, él notaba mi continuo interés por la filosofía y comenzó a hablarme de cómo Agustín de Hipona se había convertido en puente ente la filosofía clásica y la cristiana. Hablamos un poco de Sócrates, Platón, Aristóteles, Pitágoras... culminó ese día diciéndome que hasta ahí llegábamos, porque lo que yo necesitaba aprender de ahí en adelante él no me lo podría enseñar. Yo no sabía que 4 años más tarde iba a comenzar mis estudios en Humanidades, que una década después iba a titularme PhD en Filosofía y Letras, y que en el 2015 comenzaría a compartir con los jóvenes universitarios parte del conocimiento que adquirí con él, y que hablaría de los mismos hechos históricos que una vez discutí con él.
En el año 2014 nos comunicamos y él desinteresadamente me ayuda a promocionar mi disco "Saga Espiritual" en Radio WEKO 1580, en Morovis. Luego de varias intervenciones en la emisora le ofrecen la oportunidad de tener su propio programa radial: "Síguele". Le acompañé varias veces en sus prédicas. La foto que comparto con él es de una de las varias veces que le visité.
Padre, hermano y amigo. Hoy, abril 15 de 2019, yo no te lloro, yo te celebro, en vida sé que no te habría gustado que compartiera este testimonio, por tu humildad, pero ahora no me lo puedes prohibir. Te celebro, te admiro y te llamo orgullosamente mi maestro, amigo, confesor y hermano. Guárdame un abrazo para cuando me toque el día de hallar todas las respuestas a las preguntas que siempre te hacía, y de celebrar el retorno a casa con nuestro Padre. Amén.
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