viernes, 3 de junio de 2016

De impaciencias, silencios y éxitos.

La impaciencia solo acelera una cosa: La muerte.

 El silencio: compañero de todo proyecto exitoso.

La alegría: complemento imprescindible para sanar el corazón.

Fe: Como grano de mostaza, cultivada con paciencia y alegrías, a su tiempo da su fruto.

¿Y qué pasa con el silencio?  El silencio comienza en oración, continúa durante el proceso y debe acrecentar tras alcanzar el éxito, porque toda la Gloria es de Dios. El silencio no debe culminar jamás.

Me encanta el sonido que hacen algunas personas cuando se callan. - Anónimo

No hay comentarios:

Publicar un comentario