lunes, 27 de octubre de 2014

En el tiempo de Dios.

Esfuérzate y anímate; no temas, ni tengas miedo de ellos, porque Yo el Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejaré, ni te desampararé. - Deuteronomio 31: 6.

Practicar la humildad y el encomendarse a Dios abren las puertas al milagro, pero hay que creer, hay que ser humilde, hay que moverse y perseverar, porque mayormente el milagro viene a través de tus propias manos, cuando se dejan guiar por Dios, en el tiempo de Dios.

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