martes, 29 de abril de 2014

Pese o libere... pide, espera, busca, cree: escucha al que te susurra al corazón.

Cuando Dios habla al corazón, la palabra más sencilla, más insignificante, se vuelve inmensa y poderosa. Puede convertirse en un gran peso sobre los hombros, así como una liberación. Quizás ambas... Pero siempre, siempre, su palabra es un regalo que hay que recibir con amor, fe y esperanza. Pese o libere.

El Señor responde siempre nuestras plegarias, pero no siempre del modo en que se espera. Pidamos a Dios mismo, que es el Don de Dones, y luego... pidamosle el don de discernimiento...para poder entender sus designios. Dios siempre obra para bien del que humildemente pide, espera, busca, cree.

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