Educar a la juventud es nuestro mejor legado, y antes que educar su sapiencia, educarles con, por y en el amor. Para cuando llegue el momento de pasarles el batón como líderes del país y de la comunidad hacerlo confiados en que darán el máximo. Es mejor hacerlo con, por y en el amor, ya que de una u otra forma tomarán el batón de todos modos, es mejor dárselo en confianza y esperanzados a que nos lo arrebaten...es ley de vida.
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