jueves, 26 de abril de 2012

Zapatear responsabilidad merece un reclamo en sociedad.

Nos sorprende la manera en que algunas personas se zapatean de sus responsabilidades. Y lo triste del caso es que la mayor parte del tiempo son personas con educación y en posiciones en las que pueden aportar tanto. A veces hay que recordarles que no hay mayor honra para el ser humano que el servir señalándoles su culpa y nuestra indignación ante su inacción.

Aquel que sirve a su prójimo; no importa el cómo, se hace uno en Cristo. Cuando Cristo vino al mundo, vino a servir y no a ser servido; lo demás es añadidura, inclusive las lecciones dolorosas que se pueden evitar con el simple hecho de cumplir con nuestras responsabilidades, especialmente cuando quienes esperan por que se les atienda realmente son los necesitados. Nuestro deber es aportar y hacer lo necesario.

A veces un escrito que condena necesita voces, y un canto de indignación y esperanza puede transfigurarse en la mejor arma que complemente ese escrito.

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