La oración es un bálsamo para el alma, medicina para los dolores del corazón y fortaleza para la batalla diaria. No estamos solos, simplemente ignoremos eso de lo que carecemos y añoramos, valoremos lo que tenemos. Lo demás si ha de venir viene, si se ha de luchar se lucha, y si se ha de esperar se espera, pero apreciando el hoy siempre... mientras vamos trabajando el mañana.
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