Cuenta la leyenda cierto día; en el reino Libidinais, que la única heredera del reino "Por Desaparecer" hartita de estar sola, le dice al oído quedito a un simple cuidador de armas: "mientras llega la indicada disfruta de la equivocada", y el cuidador de armas, como sirviente fiel de la corona, se convirtió en un eterno practicante de la lección de la princesa, su nueva maestra...
Y pasó el tiempo; la princesa dejó de creer en príncipes azules cuando comenzó a degustar de los sabores de su rana, pero el pueblo abrió los ojos y comenzó a perder su fe en la monarquía, ya que escuchaban lo que murmuraban los otros reinos cercanos: El reino Libidinais corre peligro!!!! Murmuraban. Simplemente porque se lo follaba todo un solo e "insignificante" hombre armado.
Lo que el pueblo jamás supo es que este "insignificante" hombre armado se convirtió en todo para la princesa, y ésta cayó víctima de su propio fuego... perdón; juego. Y se enamoró. El reino pasó a ser el "Reino del pueblo". Y el reino que siempre se follaba al pueblo calló, dando paso al derrumbe de todos los otros reinos por igual. Todo porque un buen "pobre" del pueblo supo follarse a la princesa del reino Libidinais.
Cuál puede ser la moraleja a este relato?
1- Más vale pájaro en mano que cien volando.
2- Princesa que me lees, no le hagas la misma propuesta a un eunuco.
3- A falta de príncipe, a servirse de los frutos del reino.
4- Si tu hijo sirve en algún reino, cúidalo de una princesa soltera.
5- Rey que me lees, casa temprano a tus hijos, antes de que te los folle el pueblo.
6- Los reinos tarde o temprano caen, víctimas de las pasiones de sus propios reyes.
7- Todas las anteriores.
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