Así como Moisés pudo hacer brotar agua de una roca, Dios sabe hacer de rocas corazón, a lo considerado feo le da belleza, a las actitudes torna en aptitudes, a grandes tercos y malhumorados torna en alegres y mansos corderos, al incrédulo le enseña a parir fe, a los cobardes les otorga la valentía necesaria, a los ineptos les da sabiduría. Pero nada de esto gratis es.
Dios nos habla a través de signos, pero para verlos debemos aprender a ver como él, para sentirlos debemos aprender a sentir como él, para saborearlos debemos aprender a gustar como él, para olfatearlos debemos aprender a olfatear como él, pero para tocarlo... para tocarlo debemos aprender a ser uno con él; el único medio seguro es siendo sencillos y humildes...como él, nadie se conoce como esencialmente es, solo Dios nos lo puede mostrar.
Si llevas mucho tiempo luchando por algo que no se te concede; o simplemente jurando tener la razón en tu punto de vista recuerda dos puntos importantes:
1. Debes considerar una de las definiciones de la palabra humildad: Desistir de tener siempre la razón y por tanto errar menos. Aquel que cree tener siempre la razón tiende a ser petulante y engreído,ambas cualidades de la soberbia, el más grande de los 7 pecados capitales. Mayormente el que más sabe; Dios,habla por signos o directo al corazón, suavemente... como una simple brisa, tal como es él: Sencillo y humilde.
2. Debes volver a recrear en tu mente él o los sucesos que crearon la situación que te afecta, Dios quizás quiere darte una lección y tú, por tu bendita terquedad, no has entendido bien. La gran parte de las veces las situaciones se pueden evitar si ambas partes se consideran como iguales, en especial en sus puntos de vista y diferencias de criterios. O también puedes adaptar a tu situación el famoso refrán: "Más vale un mal arreglo que un buen pleito", porque a veces perdiendo se gana más.
La sabiduría y la astucia son primas hermanas que conviven con aquel que sabe interpretar los signos con los que habla Dios; así como el don de lenguas y el de interpretarlas, el don de la palabra y el don de escuchar. Sí; porque en estos tiempos el escuchar es un don, pocos aprendemos a escuchar, porque el escuchar, al igual que la humildad, se desarrollan con la práctica. Todos queremos hablar, hablar y hablar. Al no saber interpretar los signos de una futura separación, por ejemplo, Después culminamos cantando canciones de reproche (En especial de Arjona o de Ednita...o en algún caso crítico la canción famosa de Paquita la del Barrio), cuando la culpa...De quién fue la culpa? Como nos repite la historia. La culpa sigue careciendo de dueño.
En fin; el punto al que queremos llegar en este breve pero profundo relato es que todo tiene un propósito, y si no aprendemos a interpretar los signos del estancamiento de nuestra situación singular, estamos fritos, nos veremos obligados a seguir cayendo siempre en el mismo maldito error hasta que algún día aprendamos (si aprendemos).
Quizás durante el proceso podremos haber adquirido malos hábitos, como podremos haber desarrollado ciertas condiciones que serán nuestras eternas cicatrices por no haber descifrado los signos con los que la vida misma (o Dios) nos estaba llamando la atención para que creciéramos. Debemos preguntarnos: Qué Dios nos quiere enseñar en nuestro caso particular?
A tiempo o a destiempo debemos crecer (Aquél que decide parar de crecer comienza en ese instante a morir).Y... luego de una profunda oración; creo que vamos a poder intuir mejor las posibles soluciones. Con un poco de tiempo, esfuerzo y humildad, todo se puede, es cuestión de ser humildes, tener fe (en Dios y en uno mismo) ser algo incisivos de ser necesario, y vivir un día a la vez.
Bendiciones!!!!
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